Los ingenieros son responsables de algunos de los mejores inventos del mundo. Son las personas que mantienen las cosas en marcha. Eso hace que las empresas funcionen. Eso es el trabajo detrás de la escena, para que sigan obteniendo ganancias. Básicamente, el mundo depende de ellos y no se puede hacer nada sin la tecnología que los ingenieros han desarrollado.
Todo, desde transbordadores espaciales hasta el diseño de equipos eléctricos para la industria de la construcción; requiere el trabajo de un ingeniero. Ahora, convertirse en ingeniero nunca ha sido fácil y cada disciplina de ingeniería viene con grandes habilidades, seguido por responsabilidades aún mayores. Pero ¿cuál es la diferencia entre un ingeniero y un gran ingeniero? ¡Me alegra que te lo preguntes! Los grandes ingenieros tienen ciertas habilidades y rasgos de personalidad en común:
Son pensadores lógicos. Tener el talento y la claridad para poder pensar lógicamente es lo que los distingue. Un gran ingeniero es capaz de dar sentido a los sistemas más complejos y entender cómo funcionan las cosas y cómo pueden surgir problemas.
Son pensadores adaptativos. Tus habilidades técnicas son las que te hace ingeniero. Pero es igualmente importante poder ver las cosas desde la perspectiva de aquellos que no tienen tus habilidades. Ser capaz de ajustar tu mentalidad orientada a los procesos e interpretar el mundo a través de los ojos del usuario final, es importante para avanzar en tu carrera.
Tienen excelentes habilidades para resolver problemas. Muchos ingenieros solo son llamados para abordar problemas. Ser capaz de identificar dónde se origina el problema y desarrollar rápidamente una solución, es una habilidad que te abrirá muchas puertas.
Gestionan efectivamente los riesgos. Los planes del proyecto no siempre son perfectos y los problemas pueden surgir en cualquier momento y algo podría salir mal. Esto implica los pasos que se han previsto y los que no se anticipastaron. Un gran ingeniero puede manejar estos riesgos de manera efectiva y evitar que vuelva a ocurrir.
Tienen fuertes capacidades analíticas. Siendo naturalmente curioso y con excelentes habilidades analíticas, alimenta su impulso para examinar continuamente las cosas y pensar en las distintas formas de hacer mejoras.
Poseen una gran atención al detalle. Un gran ingeniero presta una meticulosa atención a los detalles. El más mínimo error puede hacer que falle toda la estructura, por lo que cada detalle debe revisarse minuciosamente durante el curso de la finalización de un proyecto.
Son buenos comunicadores. Los ingenieros son excelentes para explicar sus ideas y pueden mostrar un entusiasmo contagioso. Sin embargo, en lo que muchos no destacan, es en comunicarse de una manera que sea clara para aquellos que lo ven de fuera. Un gran ingeniero puede traducir la jerga técnica compleja al inglés simple y también comunicarse verbalmente con los clientes y otros ingenieros que trabajan juntos en un proyecto.
Son jugadores de equipo. Nadie puede terminar un proyecto solo. Necesita que los miembros del equipo trabajen con él para que sea un éxito. Un gran ingeniero entiende que es parte de un gran equipo, que trabaja para que un proyecto se realice con éxito y, por lo tanto, debe saber desenvolverse como parte de ese equipo.
Ellos invierten en la educación continua. Debido a que los cambios en la tecnología son constantes, los ingenieros más exitosos se mantienen actualizados de los nuevos desarrollos, investigaciones e ideas. Lo que por supuesto es una inversión en sí mismos.
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